miércoles, marzo 29, 2006

15.341 - 100

No es ningún milagro que, en el largo transcurrir del tiempo, mientras Fortuna sigue su curso acá y acullá, hayan de ocurrir espontaneamente numerosas coincidencias. Plutarco


El anumerismo siempre ha sido compañero de viaje de la humanidad, pero hay periodos en que esa fijación se vuelve unidimensional, como por ejemplo ocurrió durante la Edad Media. Hoy, a pesar de todos nuestros avances tecnológicos, de ir al espacio prácticamente de vacaciones, nos estamos instalando en una nueva Edad Media oscurantista y anumérica, donde la inteligencia parece haberse tomado días libres.
Como está tan de moda celebrar los capítulos, los programas y absolutamente todo, hoy celebro mis 15.341 páginas (aceptando la convención) y mis 100 entradas en este blog. He aquí una similitud anumérica o incapacidad de manejar cómodamente los conceptos fundamentales de número y azar.


Felicidades.

martes, marzo 28, 2006

El Entrudo

Poca gente sabe que los carnavales latinoamericanos los inventaron los portugueses. Su espíritu sobrevive en el Carnaval de Lisboa. Las calles y plazas vibran con sus fiestas y bailes, en celebración del final del invierno y comienzo de la cuaresma. El punto algido de las celebraciones, el Entrudo, tiene lugar el último día, con el telón de fondo de teatro callejero nocturno en el Parque Naçoes.

domingo, marzo 26, 2006

El Mito de Atalanta


Atalanta, célebre por sus pies veloces y su belleza salvaje, vivía y cazaba sola en los bosques. Un día, al consultar el oráculo de Apolo, el dios le indica que se abstenga de tomar esposo, pues le traerá la desdicha. Desde entonces, Atalanta ahuyenta a sus pretendientes con un reto despiadado: nadie la podrá poseer si no es vencida en la carrera; de este modo, el más veloz obtendrá las delicias del tálamo, pero el más lento, la muerte. Aunque su regla es implacable, tal es la atracción que ejerce su belleza sobre los hombres que a menudo tiene un tropel de pretendientes que acaban traspasados por sus flechas. Una vez, entre ellos se encuentra como espectador el joven Hipómenes, que la observa atentamente correr con su pálida espalda al aire y su largo cabello al viento. Hipómenes se enamora de ella, y sin pensarlo más, la reta. Pero antes de la carrera, suplica a Afrodita que le conceda un don para vencer en la prueba; y como al decidido le ayudan los dioses, Afrodita le concede tres manzanas de oro que ha traído del jardín de las Hespérides. Cuando empiezan a correr y Atalanta consigue una fácil ventaja sobre su pretendiente, Hipómenes le arroja el primero de sus valiosos frutos. Sorprendida, la doncella descuida unos momentos la carrera y se detiene un instante para recogerla. Pero, poco después, vuelve a dejarle a sus espaldas, y éste arroja de nuevo al suelo otra de sus manzanas doradas. Atalanta la ve caer, y otra vez se gira para tomar entre sus pálidos dedos la fruta que resplandece en la arena. Cuando ya sólo queda el último tramo y el público anima con voces a cada uno de los corredores, Hipómenes lanza su última manzana. Atalanta duda un momento si detenerse, pero Afrodita la induce a hacerlo, y gracias a ello pierde la carrera, o quizá se deja ganar porque también se ha enamorado de Hipómenes. Más tarde, encuentran en el bosque un templo consagrado a Zeus (otros dicen que dedicado a Cibeles). Afrodita los impulsa a entrar, disgustada como está por no haber sido honrada con sacrificios por su valiosa ayuda. Los amantes entran en el templo y sacian su amor. Y Zeus, según dicen, (o acaso la misma Cibeles) los transforma en león y leona por haber profanado el templo. Algunas imágenes posteriores los representan tirando del carro de Cibeles.

Jacobo Siruela, que ha vendido la Editorial Siruela y probablemente con ello las ediciones tan cuidadas, por suerte inicia otro proyecto editorial, Atalanta , que seguro nos depara muchas sorpresas y ediciones igualmente cuidadas.

miércoles, marzo 22, 2006

Conversa da tanga


Tiene el portugués(el idioma), un ritmo, una sonoridad, que pareciera que estas bailando una samba. Todo lo que lees en portugués es más bello, poético, alegre, vital. Nada parece burdo, mal sonante. Revosa inocencia. Un ejemplo: Conversa da Tanga.

La gran flexibilidad, riqueza y maleabilidad del portugués, sin duda la más rica en recursos expresivos de todas las lenguas románicas, invita a aprender portugués y disfrutar en su lengua original de Fernando Pessoa, Eça de Queiroz, Jose Saramago, Silvia... sem filtro.

jueves, marzo 16, 2006

Diálogo entre un vendedor de calendarios y un transeunte


"La realidad entera parece haberse hecho irreal como el papel moneda inventado por Mefistófeles, valor ficticio que no trae aparejada ninguna comodidad de nada y que además aliena al individuo, transformando su naturaleza y disolviendola en la fungibilidad del valor de cambio".

«¡Almanaques! ¡Almanaques nuevos! ¡Calendarios nuevos! –¿Almanaques para el año nuevo? –Sí señor. –¿Crees tú que será feliz este año nuevo? –¡Oh! sí señor, seguramente. –¿Como el año pasado? –Mucho, mucho más. –¿Cómo el otro? –Mucho más, señor. –¿Cómo es eso; no te gustaría que el nuevo fuese como cualquiera de los últimos años? –No señor, no me gustaría. –¿Cuántos años van pasando desde que vendes almanaques? –Hace veinte años, señor. –¿A cuál de estos veinte años quisieras tú que se pareciese el año que viene? –¿Yo? No sé decir a usted. –¿No te acuerdas de ningún año en particular que te haya parecido feliz? –No ciertamente, señor. –¿Y sin embargo, la vida es una cosa muy hermosa, no es verdad? –Ya se sabe, –¿No quisieras volver a vivir estos veinte años y aun todo el tiempo que ha trascurrido desde tu nacimiento? –¡Ah! señor, ¡ojala lo quisiera Dios así! –¿Pero si debieras empezar de nuevo tu vida con todos sus placeres y todos sus pesares? –No querría. –¿Y qué otra vida quisieras vivir; la mía, la de un príncipe o la de otro? ¿No te figuras que yo, el príncipe u otro cualquiera, responderíamos como tú, y que nadie consentiría en comenzar la misma vida? –Lo creo. –¿Así, con esta condición, tú no volverías a empezarla? –No señor, no, no quisiera comenzarla otra vez. –¿Qué vida querrías tú, pues? –Quisiera una vida, como Dios me la diera, sin otra condición. –¿Una vida al azar de la cual no se supiera nada de antemano, como no se sabe nada del año nuevo? –Precisamente. –Si, es lo mismo que yo quisiera si fuera preciso volver a vivir; es lo que querría todo el mundo. Esto significa que no ha habido hasta ahora nadie a quien el azar no haya tratado mal. Todos convienen en que la suma de mal ha sido para ellos mayor que la del bien: nadie desearía renacer a condición de volver a empezar la misma vida con todos sus bienes y todos sus males. Esta vida que es una cosa hermosa, no es la vida que se conoce, sino la que no se conoce, no la vida pasada, si no la vida por venir. El año que viene, la suerte comenzará a tratarnos bien a los dos y a todos los demás con nosotros; este será el comienzo de la vida feliz, ¿No es verdad? –Esperémoslo así. –Enséñame el más hermoso de tus almanaques. –Aquí lo tiene Vd., señor, vale treinta sueldos. –Toma los treinta sueldos. –Gracias señor. Hasta la vista. ¡Almanaques! ¡Almanaques nuevos! ¡Calendarios nuevos!»

De Leopardi

El pasado 25 de febrero El Club de los Autonautas cumplió 2 años.

martes, marzo 07, 2006

Sueño con serpientes


"Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles."
Bertolt Brecht

Sueño con serpientes, con serpientes de mar, con cierto mar, ay, de serpientes sueño yo. Largas, transparentes, y en sus barrigas llevan lo que puedan arrebatarle al amor.
Oh, la mato y aparece una mayor. Oh, con mucho más infierno en digestión.
No quepo en su boca, me trata de tragar, pero se atora con un trébol de mi sien.Creo que está loca; le doy de masticar una paloma y la enveneno de mi bien.
Oh, la mato y aparece una mayor. Oh, con mucho más infierno en digestión.
Ésta al fin me engulle, y mientras por su esófago paseo, voy pensando en qué vendrá. Pero se destruye cuando llego a su estómago y planteo con un verso una verdad.
Oh, la mato y aparece una mayor. Oh, con mucho más infierno en digestión .

Canción de Silvio Rodriguez