viernes, abril 23, 2010

Guapo

Hace tiempo dije, que yo para ser feliz necesitaba unas cuantas cosas , entre las que destaco coitos frecuentes y satisfactorios.

Pues bien, otra de las cosas que me producen una  felicidad especiosa, son las palabras, su etimología, su historia, ver como han evolucionado, cuales son los motivos que las ha llevado a veces a significar justamente lo contrario, como es el caso de nimio ; de otras, vamos a ser participes por activa o pasiva de su transformación, como ocurre con medrar .

Hoy día del libro, he descubierto y digo bien porque para mi guapo siempre ha tenido un significado claro, tan claro que no conseguía ver (es lo que tiene no saber latín), y lo descubro gracias a un gran lingüista Rafael Sánchez Ferlosio, amante de las palabras, de su historia, de su evolución y su libro "Guapo y sus isótopos".

Ahí queda guapo-. (Del latín vappa, vino estropeado, hombre vil, vagabundo).

miércoles, abril 21, 2010

De Pericles a Samaranch

El escándalo de corrupción del Comité Olímpico Internacional (COI) era un acontecimiento que estaba a punto de suceder. La descarada compra de los votos de los delegados de la COI para celebrar las pruebas de invierno en Salt Lake City, Utah, no debería sorprender, debido al ambiente de gran negocio que rodea a todas las operaciones referentes a las Olimpíadas. Un informe recién publicado por un comité ético de Utah, de 300 páginas, revela los sórdidos detalles: viajes gratuitos a Disneyland, escolarización gratuita para los niños de los representantes del COI, vacaciones pagadas, regalos caros, etc. Estos sobornos los presentaba el comité local de Utah, como "incentivos financieros" para influenciar a las delegaciones del COI, para que votaran en favor de Salt Lake City como sede de los juegos de Invierno del año 2002. Pero este escándalo es tan sólo la punta de iceberg. Muchas ciudades han competido y seguramente también han ofrecido sobornos, desde que éstos fueron reconocidos como "reglas de juego". La extensión de la corrupción a escala global no ha alcanzado aún todo su sentido. Lo que está claro es que ser miembro del COI es una carrera lucrativa para amasar una pequeña fortuna; desde luego, no es un "puesto honorario para mantener los valores espirituales de la AntiguaGrecia".
En cualquier caso, los delegados del COI no son las únicas partes culpables. El COI está muy estrechamente controlado por una camarilla, que parece la plantilla general de los sindicatos verticales de la era de Franco y no es sorprendente que esté dirigida por el exfranquista Juan Antonio Samaranch. Las prácticas corruptas en la compra de influencias entre los individuos confidentes de la dirección del COI sugieren fuertemente una complicidad tácita y pública. En el mejor de los casos, Samaranch y su pandilla toleraron la cultura de aceptar sobornos y, en el peor de los casos, los dirigentes eran parte de las sórdidas prácticas corruptas. La pandilla de Samaranch dirige el COI partiendo de las mismas bases sobre las que Franco dirigía el régimen: a cambio de tener mano libre para enriquecerse ellos mismos, los delegados del COI eran esclavos leales al caudillo catalán, que dictaba personalmente la política.
La estructura dictatorial del COI permitía a sus miembros emplear prácticas de corrupción sin ninguna responsabilidad de cara al público. Esta sigilosa estructura autoritaria no comenzó con Samaranch. El heredó y perpetuó el estilo autoritario de su predecesor Avery Brundage, quien a lo largo de muchos años mostró una afinidad con algunos de los regímenes de derechas más notorios de Europa. En ese sentido, los problemas de corrupción del COI no son producto de la debilidad individual de las personas, sino que han sido construidos dentro de la estructura de mando de la organización.
El soborno de los delegados del COI en manos de oficiales municipales se basa en el cálculo del provecho obtenible. Los líderes políticos invierten miles de dólares en sobornos para convertirlos en millones (o incluso billones) de dólares en hoteles, restaurantes, y medios de ingresos, si los juegos Olímpicos se celebran en sus ciudades. La fuente básica de corrupción del COI es estructural. Las Olimpíadas son un gran negocio y, como cualquier decisión referente a la ubicación de las principales empresas, las ciudades compiten ofreciendo "concesiones" (concesiones sobre impuestos y otro tipo de subsidios) para atraer a los inversores corporativos.
En segundo lugar, para atraer a los mass-media y los contratos de billones de dólares, el COI ha eliminado el status de amateur de los atletas. Esta "profesionalización" elimina la propia esencia del espíritu de los clásicos juegos Olímpicos. La "profesionalización" y "comercialización" de las Olimpiadas significa que es una empresa capitalista que se extiende por todo lo ancho del mundo con una gran importancia comercial -los deportes y los atletas son secundarios. Dada la situación de los medios a lo largo de todo el mundo, el COI ha animado a las corporaciones multinacionales a convertirse en patrocinadores oficiales, eliminando así cualquier noción de que los juegos son un lugar donde atletas de diferentes naciones pueden participar para alcanzar la gloria. En la actualidad, los atletas corren y saltan bajo la etiqueta de corporaciones que compiten (Reebok contra Nike, etc.) y que ven las Olimpiadas como una vía para incrementar las contribuciones del mercado y vender sus mercancías.
La corrupción de las Olimpiadas es una parte inevitable y pequeña de la corrupción y la corrosión general que se da en la transformación de la original y antigua concepción griega de los juegos Olímpicos hacia una empresa gigante. La resignación de los delegados implicados del COI no cambiará ni la situación, ni el operativo del COI. Incluso las propuestas llamando a la dimisión de Samaranch (que ha sido atrasada durante mucho tiempo) como un paso en la dirección correcta, tan sólo rayan la superficie del problema. El sustituto continuará, muy probablemente, sus pasos: promoviendo lazos con las multinacionales, con los mass-media globales, etc. Sin Samaranch, el COI, tendría quizá un poco más de transparencia a la hora de seleccionar las localizaciones para los juegos. Unas propuestas más radicales para hacer que el COI sea más abierto y democrático en el modo de tomar las decisiones podrían ser un paso en la dirección correcta. El problema es que los gobiernos y organizaciones nacionales que estarán representados son altavoces para grandes intereses de negocios que animarían las mismas políticas de base que las que existen hoy en día. Es importante advertir que el Comité Olímpico de Estados Unidos nacional colabora con los organizadores locales en Salt Lake City (Utah) a la hora de sobornar algunas de las delegaciones africanas del COI.
En los Estados Unidos, en un reciente editorial de New York Times, se promovió la idea de que la mayoría de las corporaciones privadas deberían jugar un papel más importante en la "reforma" del COI, lo que es como pedir al zorro que cuide el gallinero. El Times considera al COI como una "corporación que negocia públicamente", que debería estar dirigido por oficiales responsables de sus patrocinadores corporativos. La lucha en el COI normalmente se da entre los pseudo "reformistas" corporativos respaldados por los EE.UU. y la pandilla de lacayos de Juan Antonio Samaranch. Ninguna opción es muy atractiva.
La mayoría de las corporaciones estadounidenses y europeas, que gastan cientos de millones en patrocinios y en publicidad, están muy enfadados con Samaranch por "desvalorizar" las Olimpiadas y convertirlas en una empresa menos provechosa en la que invertir. John Hancock, una de las más importantes compañías de seguros de los EE.UU., ya ha cancelado un contrato de anuncios en televisión de 20 millones de dólares en los juegos de Invierno, clamando que el COI ha devaluado los juegos (en términos de mercado capitalista). Sería irónico que las corporaciones multinacionales le dieran, de un modo inceremonial, un puntapié a Samaranch, a quien ha hecho más que ningún otro para convertir las Olimpiadas en una gran máquina capitalista de dinero, para dejarlo fuera del COI a quien intentó servir..., porque afectó a sus provechos de manera adversa.
Es hora de abolir las "Olimpiadas" en el modo en que existen hoy en día. Son contrarios a su espíritu original -no son un lugar para atletas desinteresados, o una réplica de los equipos profesionales que compiten en base a intereses comerciales. Deberíamos comenzar de nuevo con una estructura basada en los principios originales de las Olimpiadas. El comité organizador debería estar compuesto por atletas amateurs, organizaciones deportivas populares, y representantes elegidos democráticamente desde movimientos sociales. Los patrocinadores corporativos deberían ser desterrados -el juego debería volver a manos de los atletas y de los espectadores. Si esto fallara, deberíamos coger una caña de pescar, una botella de buen tinto de Rioja, un trozo de queso Manchego, y dirigirnos hacia el mar abierto, y olvidarnos de las Olimpíadas.







"El informe Petras"


James Petras

El libro incluye los ensayos:

"La nueva reconquista"

"El Informe Petras"

"Globalización y ciudadanía: dimensiones sociales y políticas"

"De Pericles a Samaranch"

"El imperialismo resurgente: el problema principal del nuevo milenio"

viernes, abril 09, 2010

Prevaricación

Extracto de una entrevista a Gomez de Liaño en 1998, cuando Garzón acusaba de prevaricación, de conspiración para la prevaricación y de inducción a la prevaricación a Gomez de Liaño y cuatro amigos más.





GenXXI: El capítulo más amargo de su libro es el dedicado a su antiguo amigo Garzón. ¿Le ha llegado alguna respuesta suya? ¿a qué achaca su cambio de actitud?

G. L.: No, ni una sola queja, ni una sola reclamación, ni dulce ni enojosa, no ha habido nada, que me conste. Respecto a lo segundo, yo creo que debe ser algo patológico. Me lo decía un buen amigo, el juez Navarro, por cierto, el mejor amigo de Garzón y el mayor maestro que tuvo Garzón, todo lo que Garzón puede saber sin duda se lo ha enseñado Joaquín Navarro, y los acontecimientos últimos demuestran que tampoco se ha comportado con enorme lealtad respecto a él. En mi caso, lo único que tengo es tristeza, amargura, pena, lástima, me parece que la amistad es como el amor, a veces se trunca, yo me conformo con que no me tiren piedras desde el otro lado. En este caso me han tirado más que piedras pero no tiene mayor importancia. Digo lo de patológico con toda consideración y respeto porque, al parecer, va en su comportamiento de vida. Dicen las crónicas que uno de los mayores traicionados fue el propio Presidente del gobierno, Felipe González, que llevó a Baltasar Garzón como número dos de la lista por Madrid y cuentan también esas crónicas que el sr. Garzón utilizó su jurisdicción para vengarse del sr. González, no lo sé, cuentan las crónicas, parece ser que algo de cierto debe haber. Pero recientemente también ha hecho una fechoría con otra compañera de la Audiencia, Teresa Palacios, revocando una resolución que esta mujer había tomado en plena jurisdicción; también, no hace mucho, acusó a un juez de Valencia insinuando que había cometido prevaricación... en fin, debe ser un hombre de escasa estabilidad emocional, o afectiva.


GenXXI: En el auto que hace Garzón denunciando una conspiración, él también quedaba en una situación extraña...


G. L.: Fue tremebundo, aquel auto fue tremebundo... Aquel auto acusaba de prevaricación, de conspiración para la prevaricación y de inducción a la prevaricación precisamente a las personas que habían sido más amigas suyas. A Ignacio Gordillo, a Márquez de Prado, a Antonio García Trevijano, a Joaquín Navarro, a mí. Una cosa tremenda. Yo no sé qué le pudo pasar, ni sé lo que le está pasando, pero nos colocó, indebidamente, injustamente, en las puertas del Tribunal Supremo a seis de sus mejores amigos. Algo debió de ocurrirle.