jueves, agosto 04, 2005

Fermoselle




4 comentarios:

Anónimo dijo...

Seguro que no necesitas pedir los derechos de autor de esta foto.

Anónimo dijo...

Confío en que tan larga parada no sea el fin del camino que se inició con el entusiasmo de los grandes conquistadores y descubridores. ¡Aúpa Autonautas!

Anónimo dijo...

La Encyclopaedia Britannica deja de tenernos por una potencia a partir del 21 de octubre de 1805. Desde entonces, los españoles somos meros figurantes en el teatro de la Historia, grandes segundones.
Sin duda, el origen de este papel se lo debemos a nuestra clase política, pues en aquél suicidio colectivo que fue Trafalgar, las marionetas de Napoleón: Villeneuve, Carlos IV y Godoy anclaron España a la tierra, mientras la Armada de Nelson, hundía nuestros navíos en la mar y malograba personalidades de talla internacional, hombres de ciencia y espada, competentes expedicionarios, capaces de abrir nuevas rutas transatlánticas, catalogar las exuberantes especies botánicas americanas o fijar el primer meridiano de aquél Continente, bravos guerreros que aguantaron el devastador castigo infligido por la jauría de buques británicos que atacan y aíslan nuestros navíos para dejarlos como un colador, sin posibilidad de recibir auxilio. Alcalá Galiano, Churruca, Valdés, Gravina… hombres de honor que funden en su memoria la sangre de los miles de españoles que murieron en esa batalla sin que esta España olvidadiza les haya reconocido su valor y proclamado la ineptitud de sus políticos.
Tengo para mí que Trafalgar nos hizo bajar la vista al perder el próspero horizonte americano y, fijada en la tierra, nuestras espaldas se fueron encorvando, lo que ha impedido que, desde entonces, se yergan con orgullo… al contrario que en la capital londinense, donde un Nelson avizor protege la City sin dejar de preguntarse cómo acabó su última batalla.

Anónimo dijo...

E - N - H - O - R - A - B - U - E - N - A