viernes, junio 18, 2004

e-Hipertexto.com


El hipertexto se podría definir como la capacidad para procesar la cultura y por tanto este estaría dentro de nosotros, son nuestras mentes (y no las maquinas) las que procesan la cultura, sobre la base de nuestra propia existencia.
Estamos asistiendo a un nuevo Renacimiento, ahora solo hace falta encontrar los nuevos Da Vinci... y que nos hagan participes de su hipertexto. Si conseguimos encontrar un nexo entre toda esta maraña de hipertextos, es como si consiguieramos conectar todos los cerebros. Tal vez estemos asistiendo al desarrollo hombre-dios aunque todavia nos quedan reminiscencias del mono-hombre. Imaginense una tecnología que nos permita transformar nuestro hipertexto personalizado en e-hipertexto, podría ser algo revolucionario, algo sencillamente descomunal. No alcanzo a imaginar si sería algo monstruoso o algo maravilloso.
e-Hipertexto es un proyecto gigantesco, que de momento solo tiene cabida en la imaginación. La tecnología red no está totalmente desarrollada, pero una vez que se encuentre el estímulo suficiente para que se invierta en su desarrollo, y además se establezca un protocolo de significado entre todos estos hipertextos, decididamente el mundo ni siquiera será como imaginamos en la ciencia-ficción. Uno de estos protocolos de comunicación es el arte en todas sus manifestaciones (la literatura, la musica, la arquitectura y el diseño gráfico.
Este blog parece que quiere evolucionar no se muy bien hacia donde, pero cada vez que lo intento siempre aparece la sombra de un hombre genial que se esta convirtiendo en mi brújula. Este no es otro que Julio Cortazar. Muchos han dicho que Rayuela fué un proto-hipertexto y creo que no les falta razón. En la introducción del libro se puede leer lo siguiente:

TABLERO DE DIRECCION

A su manera este libro es muchos libros, pero sobre todo es dos libros. El lector queda invitado a elegir una de las dos posibilidades siguientes:

El primer libro se deja leer en la forma corriente, y termina en el capítulo 56, al pie del cual hay tres vistosas estrellitas que equivalen a la palabra Fin. Por consiguiente, el lector prescindirá sin remordimientos de lo que sigue.
El segundo libro se deja leer empezando por el capítulo 73 y siguiendo luego en el orden que se indica al pie de cada capítulo. En caso de confusión u olvido, bastará consultar la lista siguiente:

73 - 1 - 2 - 116 - 3 - 84 - 4 - 71 - 5 - 81 - 74 - 6
7 - 8 - 93 - 68 - 9 - 104 - 10 - 65 - 11 - 136 - 12
106 - 13 - 115 - 14 - 114 - 117 - 15 - 120 - 16
137 - 17 - 97 - 18 - 153 - 19 - 90 - 20 - 126 - 21
79 - 22 - 62 - 23 - 124 - 128 - 24 - 134 - 25 - 141
60 - 26 - 109 - 27 - 28 - 130 - 151 - 152 - 143 - 100
76 - 101 - 144 - 92 - 103 - 108 - 64 - 155 - 123
145 - 122 - 112 - 154 - 85 - 150 - 95 - 146 - 29 - 107
113 - 30 - 57 - 70 - 147 - 31 - 32 - 132 - 61 - 33
67 - 83 - 142 - 34 - 87 - 105 - 96 - 94 - 91 - 82 - 99
35 - 121 - 36 - 37 - 98 - 38 - 39 - 86 - 78 - 40 - 59
41 - 148 - 42 - 75 - 43 - 125 - 44 - 102 - 45 - 80
46 - 47 - 110 - 48 - 111 - 49 - 118 - 50 - 119 - 51
69 - 52 - 89 - 53 - 66 - 149 - 54 - 129 - 139 - 133
140 - 138 - 127 - 56 - 135 - 63 - 88 - 72 - 77 - 131
58 - 131 -

Con objeto de facilitar la rápida ubicación de los capítulos, la numeración se va repitiendo en lo alto de las páginas correspondientes a cada uno de ellos.

¿Si estas tecnologías hubieran estado a su alcance, que habría sido capaz de hacer?.

No hay comentarios: