viernes, abril 16, 2004

El Manifiesto del Agua



El manifiesto del agua
Ricardo Petrella
Icaria / Intermón Oxfam
Colección Encuentro, 3


Hay mil quinientos millones de personas en el mundo sin acceso a agua potable. Este número, si la presente tendencia continúa, puede doblarse en veinte años. Y mientras, la humanidad entera soporta la degradación del agua cómo recurso básico insustituible.

En cambio, paradójicamente, IBM bombea 2,7 millones de metros cuadrados de agua al año de los estratos del subsuelo del departamento francés de Essone. Para fabricar sus microchips, la fábrica de IBM necesita agua muy pura, como la que se encuentra exclusivamente en reservas antiguas de este tipo. Pero en este caso están protegidas por las disposiciones oficiales para el agua de la cuenca del Sena-Normandía. Así pues, ¿por qué las autoridades dieron el visto bueno a la explotación de este nivel freático, en lugar de obligar a IBM a utilizar el agua superficial, mas cara?

En Manila, con 10 millones de habitantes, la escasez de agua afecta a casi la mitad de la población y el agua disponible está con mucha frecuencia contaminada. En 1997, se transfirió la responsabilidad del abastecimiento de agua de un organismo público a dos empresas privadas. El primer grupo obtuvo los derechos para la parte más rica de la ciudad y propuso pagar 7 centavos de dólar el m3, mientras que el segundo, en la parte más pobre, vendía el agua a 14 centavos. Manila vivió la aplicación del principio según el cual los pobres pagan el agua de los ricos.

¿Por qué no hemos podido reducir la magnitud de la crisis del agua en el mundo, a pesar de la cantidad de iniciativas tomadas durante los últimos veinticinco años? ¿Hay alguna esperanza de cambiar la tendencia actual?

En El manifiesto del agua, una contundente invocación a la acción, Ricardo Petrella explica qué esta pasando con el agua en el mundo, muestra los obstáculos para una reacción adecuada, centrando la atención sobre los intereses corporativos que hoy controlan la industria del agua, y expone una contundente crítica a la orientación del mercado que valora el agua como una comodidad más que como un preciado recurso y un derecho fundamental.

El control del agua debe estar en manos de sus verdaderos propietarios, los habitantes de la Tierra. Sin embargo, El manifiesto del agua demuestra que no basta con proclamar que el agua pertenece a la humanidad. Hay que invertir las tendencias actuales a la mercantilización de toda actividad humana y la privatización de todos los bienes y servicios. Es necesario conseguir una legislación a escala mundial en materia de agua que refleje una verdadera revolución en las maneras de contemplar el agua.

La democracia y la libertad sólo pueden ser el resultado de la participación y la lucha popular. Éste es el espíritu con el que El manifiesto del agua hace un llamamiento a la movilización para exigir un Convenio Mundial del Agua.

Mario Soares, ex presidente de Portugal

No hay comentarios: